Título: Pescando salmones en Alaska
Título original: -
Saga a la que pertenece: -
Autora: Caridad Bernal
Editorial: Harper Collins Ibérica
Nº de páginas: 136 págs
ISBN:
9788468782621
Entrevistada por una periodista local, una bióloga llamada
Elisa cuenta su experiencia a bordo del Zanzíbar II, un pesquero capitaneado
por el atractivo pero antipático Mark. Un hombre que al principio parece estar
dispuesto a que no tenga una cómoda estancia por el simple hecho de ser mujer.
Este incidente y otros muchos harán que el trabajo de investigación al que está
a cargo Elisa transforme poco a poco la suya en una relación peculiar y, a
pesar de la reticencia de Mark, surja enseguida la chispa entre ambos.
El tiempo, y algunas personas, irán descubriéndole a nuestra
protagonista que la sombra de dureza que esconde el capitán no es más que una
coraza. Finalmente se desvelarán todos los misterios que se esconden tras esos
silencios entre ambos, mostrándole a Elisa el hombre que es en realidad.
Hola mis amores!!! Ya os traigo otra reseña. Sé que estos
meses no estoy siendo muy constante con las reseñas, pero para hacerlas deprisa
y corriendo, prefiero esperar y hacerlas cuando tenga un rato libre y hacerlas
bien.
Lo primero quiero disculparme con la autora porque le dije
que la reseña de su libro saldría en diciembre y está saliendo ahora en enero.
También quiero agradecerle el ejemplar, que ha sido uno de los mejores libros
que tanto he disfrutado en estos días de estrés y que me ha ayudado a evadirme.
Esta historia nos presenta a Elisa, una joven que tras acabar
sus estudios en Biología Marina, empieza a trabajar en una ONG que trabaja en
barcos pesqueros. Su trabajo la lleva a embarcarse en el Zanzíbar II, barco
dirigido por el antipático aunque guapísimo capitán Mark Ryan. Toda esa
antipatía esconde un capitán Ryan que Elisa se encargará de sacar de su
escondite poco a poco. Aunque al principio casi se odiarán, poco a poco irá
surgiendo entre ellos algo más que amistad. En el viaje en barco, se enfrentará
a tormentas, conflictos y trabajos muy duros.
Elisa, la protagonista, es uno de mis personajes favoritos,
porque es una mujer de armas tomar. Tiene una fortaleza increíble, pues como
dice ella, no todos están preparados para pasar varios meses seguidos encerrados
en un barco. Además se mete en un barco lleno de hombres a hacer un trabajo “de
hombres”.
Marc, por otro lado, es un hombre complicado. No está
acostumbrado a trabajar con mujeres y mucho menos a que estén en su barco
trabajando con su tripulación. Pero poco a poco, verá que Elisa no es una
señorita que no sabe hacer nada, más bien todo lo contrario y, con esfuerzo y
trabajo duro, Elisa se hará un hueco en la tripulación primero y luego en su
corazón.
A pesar de ser breve, explica a la perfección el mundo y el
día a día de los barcos pesqueros, un tema sobre el que apenas sabía nada. La
forma de contar la historia, como si fuera una entrevista, hace que tenga un
ritmo ágil y sencillo de seguir, una lectura muy dinámica. Al ser en formato
entrevista (una idea muy original), te enteras de toda la historia y es muy
difícil perderse en la trama, algo que me ha gustado mucho.
Sin duda 100% a todo el mundo, da igual que no conozcas el mundo de la navegación, la autora consigue que te sientas como un marinero durante toda la lectura.
Se oyó un crujir por todo el barco,
como un lamento sordo de metal. Toda la cacharrería que había colgada:
sartenes, cacerolas, incluso algunos vasos, cayeron al suelo.
–¿Qué ha sido eso? –pregunté de
inmediato a Peppe bastante asustada.
–Una ola –me dijo con la mirada
perdida en el techo de la cocina. La primera ola que Mark no había podido esquivar,
de un mar que se había embravecido demasiado, haciéndole perder el control en
el mando»
El tiempo a oscuras pasó muy lento.
Seguí oyendo a Mark hablar, su voz se oía justo encima de donde yo estaba.
Sabía que él sabría sacarnos de aquello sin problemas, pero las dudas empezaron
a surgir y al final no pude evitarlo, abrí la puerta de mi camarote. El pasillo
solo estaba iluminado por las luces de emergencia, dando un aspecto aún más
tétrico al interior del barco. Caminé con dificultad hacia la salida, solo
quería preguntar si podía serles de ayuda en algo y saciar mi curiosidad, ver
la magnitud de a lo que nos estábamos enfrentando. Si iba a morir, no quería
que fuera sola y a oscuras.
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