Reseña: De nadie. Que no te digan cómo has de vivir



Título: De nadie. Que no te digan cómo has de vivir


Título original: -

Saga a la que pertenece: -

Autora: May R. Ayamonte

Editorial: Planeta

Nº de páginas: 345 págs.

ISBN: 97884171676




Tres amigas auténticas, tres personalidades arrolladoras, tres historias intensas.

Nadia, Olivia y Narella lo tienen claro: van a vivir la vida a su manera, y nadie las va a parar.
Se enamorarán, disfrutarán del sexo, irán de fiesta y superarán todos los obstáculos… Como quieran y con quien les dé la gana, ya sea un chico o una chica, en relación abierta o en exclusiva. El último curso en el instituto será memorable y aprenderán las lecciones más importantes, que hay muchas maneras diferentes de amor, que su libertad está por encima de todo y que nada sabe mejor que el primer bocado para comerse el mundo.



Hola amores!!

Hace unos meses empecé a leer reseñas de este libro muy buenas, pero nunca me animaba a empezarlo, hasta que decidí que había llegado su momento.
La historia se centra en tres amigas Nadia, Olivia y Narella. Aunque son amigas de siempre, son muy distintas entre sí.
Nadia vive con el recuerdo de su padre sobre ella. Aún no ha superado su muerte y su madre se va a volver a casar. Esto supone no solo que su familia va a aumentar de tamaño, sino que su madre está avanzando mientras ella todavía no puede ni siquiera superar la muerte de su padre. La boda implica un cambio de casa también, dejando atrás la casa que la vio crecer. Además, John, el nuevo marido de su madre, tiene un hijo, su nuevo hermano. Ella no está dispuesta a dejar que su padre quede relegado al olvido y tendrá que aprender a vivir su nueva vida sin abandonar el recuerdo de su padre.
Olivia por otro lado, es una chica con una situación familiar bastante complicada ya que el novio de su madre es violento y agresivo, por lo que en casa está sometida a una gran tensión. A pesar de todo esto, es una chica llena de vida, divertida y alocada.
Narella, por último, es todo lo opuesto a Olivia. Viene de una familia conservadora que aspira a que se convierta en la mujer perfecta. Pero como toda adolescente quiere disfrutar de su vida, exprimirla al máximo y aprovechar el tiempo con sus amigas. Debido a la educación que ha recibido en casa es la más cortada de las tres.
Juntas forman un grupo de amigas único. Pero no son las únicas que conforman esta historia. Junto a ellas encontramos a Hazel e Ian. Hazel será el niño malo de la historia y un misterio que iremos descubriendo con el tiempo y que ayudará a Nadia a ir descubriendo un nuevo mundo.
Tanto las protagonistas como Hazel me han parecido personajes muy bien construidos, en cambio Ian me ha parecido un personaje bastante plano, sin mucho trasfondo. Me parece que no evoluciona con la historia.
Hazel creo que es el personaje que más me ha gustado. A pesar de no ser uno de los protagonistas, su filosofía de vida y su forma de entender la vida sentimental me han hecho ver las relaciones de otra manera. A pesar de eso, la caga bastante por no querer explicarlo
La forma de escribir de la autora hace que la lectura sea ágil, ligera y muy fácil de seguir. Pero sin duda lo mejor (después de Hazel, obviamente, no hay nada en el libro que supere a Hazel) es el final. La autora hace unas reflexiones a través de los protagonistas que te llegan al alma y te hacen plantearte muchas cosas.
En resumen, es un libro que muestra no solo el día a día de los adolescentes, sino todos los problemas que padecen muchos de ellos y de los que no se hablan. Gracias a su sencilla trama, estos problemas no pierden su importancia. Un libro que merece la pena leer y que además te hace pasar buenos ratos.




A todos nos da miedo el olvido, aunque no lo digamos en alto. Todos queremos ser recordados como héroes que consiguieron hacer algo grande con sus vidas, o como personas importantes que cambiaron el mundo. Nadie quiere morir y quedar retratado en un par de versos en una lápida, ni ser cenizas que se tiran al mar y que el viento eleva hasta hacerlas desaparecer.


No hay una receta mágica. Sencillamente, lo haces. Te das cuenta que no necesitas atarte a personas ni a lugares para ser feliz. No eres de ningún lugar, nada te pertenece. Lo mismo con las personas.








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