Reseña: Polos opuestos

Título: Polos opuestos

Título original: -

Saga a la que pertenece: -

Autora: Mónica García

Editorial: Red Apple Ediciones

Nº de páginas: 521 págs.

ISBN: B07NDP2NJK

Gracias a la Editorial por el ejemplar

¿Quién dijo que dos personas totalmente diferentes no pueden enamorarse?

Eric Woods, el chico más deseado de su instituto, nunca pensó que la inocente Madison Moon pudiese cautivarle. No podía imaginarse que bajo ese moño apretado e insulso y esas gafas monstruosas se escondía una muchacha completamente distinta.

Muchas veces, las personas no son como aparentan ser.

Tras descubrir que la profesora de baile de su hermana pequeña es Madison, el mundo de ambos se verá revuelto por completo.

Dos almas distintas y un sueño por cumplir. ¿Podrán ambos quererse pese a sus diferencias?

Hola amores!!!

Hoy tengo para vosotros una reseña que he tenido que hacer nada más acabar el libro porque quería deciros muchas cosas y no quería olvidar nada.

Lo primero que debo reconocer es que no conocía a esta autora y no había leído nada, pero después de como me he bebido este libro (porque sí, esto se puede considerar bebérselo, cuando en apenas un día y medio me he acabado sus 500 páginas) voy a empezar a leerla.

La historia nos presenta a Madison Moon una muchacha que lleva una doble vida. Dentro del instituto es la típica empollona que saca en todo dieces. Viste una ropa nada favorecedora y eso ha hecho que se metan toda su vida con ella.

Pero fuera, es una muchacha totalmente normal, con su grupo de amigos, sus salidas de fiesta y sus hobbies. Aunque en esta ocasión podemos hablar de su pasión y su vida: el baile. Desde pequeñita es bailarina y casi desde que empezó sabe que se quiere dedicar a eso de manera profesional.

Eric Woods es la superestrella del equipo de baloncesto y el sueño de toda chica, excepto de Madison.

Cuando el profesor de matemáticas decide que Madison es la alumna perfecta para ayudar a que Eric no suspenda su asignatura, empiezan los problemas de Madison. No solo descubre que Eric es el capullo integral que aparentaba, sino que además es el hermano mayor de una de sus alumnas de baile.

Y entre las clases de matemáticas y los campeonatos de baile, Eric descubrirá que más allá de las gafas y esas pintas de empollona, Madison Moon es una chica muy divertida, llena de energía, alegría, dura y muy luchadora, siempre persiguiendo sus sueños. Más parecida a él de lo que le gustará reconocer.

Ese odio que sentían el uno por el otro irá desapareciendo a medida que están más tiempo juntos fuera de clase, ya que Madison sigue sin querer que se sepa nada de su otra vida. Además, no es el único secreto que guarda, pero con paciencia, Eric conseguirá descubrir quién es la verdadera Madison.

Nuestra protagonista, Madison, es, ha sido y será uno de mis personajes favoritos de toda la historia. Es una muchacha que no lo ha tenido fácil en la vida, ha tenido que pelear por perseguir sus sueños. Además es una muchacha que, a pesar de su juventud mantiene los pies en la tierra: sabe que la carrera de bailarina es muy difícil a pesar de que ella es una de las mejores de su país y por eso quiere sacar buenas notas, para obtener una beca y poder estudiar una carrera universitaria. Creo que su vida es agotadora, no solo por tener tantas horas de ensayos de baile, sino por tener que llevar esa doble vida y aguantar todas las tonterías y el acoso por parte de sus compañeros de instituto.

Eric, nuestro otro protagonista, es el prototipo de chico popular del instituto: guapo, ligón, sexy y buen deportista. Cumple todos los estereotipos posibles. Excepto el de chico duro. Desde el primer minuto vemos su corazón de oro con sus hermanos y con sus padres. No actúa como un capullo y además es consciente de la suerte que tiene por tener la familia que tiene. Es un niño rico con problemas con las matemáticas y, como bien sabemos por historias similares, suspender una asignatura supone que no podrá jugar al baloncesto. Y por eso empieza las clases con Madison. A pesar de que al principio se comporta con ella con esa fachada que todos en el instituto conocen, pronto le revela a Madison esa otra faceta que solo sus amigos conocen. Aunque creo que se la muestra más por necesidad que por gusto, ya que su actitud hacia su familia no va a cambiar porque ella esté delante.

Desde el primer capítulo la historia me ha enganchado y la pluma de la autora tiene mucho que ver en ese asunto. Ya desde la sinopsis esperaba que me encantara, pero no sabía que se iba a convertir en mi obsesión hasta que terminara la última página. Bueno, la última tampoco. Creo que cuando he empezado el epílogo ya he podido dejar de obsesionarme jajajaja.

A pesar de todos los clichés que se pueden encontrar, creo que es un libro que se disfruta muchísimo y que transmite unos valores muy interesantes acerca del bullying, el trabajo duro y lo que cuesta luchar por un sueño.

Sin duda 100% recomendado para todo el mundo porque, a pesar de ser un romance, no es una pastelada cursi que nos hace vomitar arcoiris y unicornios jajaja.

¿Alguna vez habéis sentido esa sensación de estar en el mayor de los paraísos? ¿Alguna vez habéis tenido esa sensación de que el mundo se detiene y solo os encontráis vosotros y la persona a la que amáis? Eso fue lo que sentí en el preciso instante en el que nuestras miradas se conectaron. Porque la amaba con todo mi ser. Más que eso: ¡Estaba enamorado de Madison hasta la médula!

Parte de su familia estaba allí. Y es que la familia no sólo estaba formada por los lazos sanguíneos. No. Somos nosotros los que decidimos si queremos que una persona forme parte de ella o no, los sentimientos también juegan un papel muy importante en ella. El vínculo que creamos con nuestros amigos, hermanos, padres… ese es el que nos une y hace que podamos llamarnos entre nosotros “familia”. Porque da igual que no tengamos ningún parentesco con ellas si estas personas forman una parte sustancial de nuestro ser.