Título: Los trillizos Bradley
Título original: -
Saga a la que pertenece: -
Autora: Noëlle Stephanie
Editorial: Nova Casa Editorial
Nº de páginas: 376 págs.
ISBN: 9788416942152
Cuando Naly decide apuntarse al
programa de familias de acogida en la universidad, lo último que espera es que
el desorden ocupe su nueva vivienda. Los Bradley son de lo más peculiar. Con
unos padres empresarios que pasan sus días de viaje, los tres hermanos idénticos
han tirado la casa por la ventana. No solo por su edad, sino también por su
personalidad; Hal, Edward y Welsey, son de lo más opuestos. Mientras Hal es
totalmente coqueto, estúpido, mujeriego y engreído; su hermano Edward es la
persona más misteriosa, callada y malhumorada que Naly ha podido conocer. Pero,
en toda familia hay uno bueno: Welsey, el mayor de los trillizos es simpático,
confidencial y buen amigo. El chico perfecto, ¿no? No obstante, su aspecto hace
pensar que se acaba de escapar de una película de los años cuarenta.
Naly, lejos de la oportunidad de irse, solo puede optar por
solucionar la relación.
¿Podrá ayudar a los hermanos a solucionar sus diferencias? Y,
si no es así, ¿se dejará arrastrar?
Una historia de amor en la que todas las direcciones
parecerán igual de correctas.
La perfecta descripción de la lucha de un amor dividido en
tres partes.
Porque, ¿qué hay mejor que vivir con un chico guapo?
Vivir con tres.
Cuando leí acerca de este libro, supe inmediatamente que me
iba a gustar y no me he equivocado. La sinopsis me llamaba, la portada me
parecía súper dulce y las opiniones que había leído eran todas buenas, así que
modifiqué mi lista para poder leerlo cuanto antes. Al principio tuve momentos
de frustración en los que casi lo dejo, porque me parecían todos increíblemente
estúpidos, la manera de tratarse entre los tres hermanos y como trataban a Naly
me hacía hervir la sangre, pero a la vez que insultaba a todos los personajes
(a unos por insultar y a otros por consentir) no podía despegar los ojos de las
páginas hasta que me lo acabé.
Nuestra historia empieza cuando Naly decide irse de su casa
para poder estudiar historia, su verdadera pasión. Para ello, se apunta al
programa de acogida de familias que ofrece su universidad. Es enviada a casa de
los Bradley, donde conoce a los trillizos: Edward, Hal y Welsey. Los tres
iguales físicamente pero personalidades opuestas. A partir de este momento su
vida dará un giro de 180° con estos tres elementos que descolocan su vida y con los
que aprenderá que la burbuja en la que vivía hasta ahora, nada tiene que ver
con la realidad del mundo que hay a su alrededor.
Edward es el primero del que voy a hablar porque es el que
más intriga me generó desde el primer momento. Prototipo de chico malo, no se
comunica, vive en su burbuja de orgullo sin dejar que nadie entre en ella y se
acerque a él. A pesar de todas las incógnitas que deja la autora sin desvelar
sobre este personaje, poco a poco vemos que toda esa maldad es solo una fachada
que esconde a un chico enamorado de la pintura y que se preocupa por las
personas a las que quiere y que, si se relaja, puede ser un amor de niño.
Luego están los dos polos opuestos: Hal y Welsey. Ambos
juntos son como la noche y el día, pero a medida que avanza la historia, vemos
que no son tan distintos y que se parecen más de lo que les gustaría reconocer
a ambos.
Hal es el típico “chuloputas”: muy ligón, muy pendiente de
todas las fiestas y muy popular, con una novia insoportable. Desde el primer
momento se pone a ligar con Naly y, cuando se da cuenta que sus típicos trucos
baratos no van a funcionar para ligársela como al resto de chicas, empieza a
currarse la conquista, sacando un lado tierno y dulce que enamora a cualquiera.
Welsey, por el contrario, es el típico niño empolloncete que
causa ternura a todos. Eso al principio, porque a partir de la llegada de Naly,
empieza a cambiar, tomando una actitud que no me gusta nada. Al final encuentra
a su nuevo yo, una versión modernizada del viejo Welsey, algo que la autora ha
intentado arreglar para no crear un personaje odioso, que era el rumbo que
llevaba.
Y por último, pero no menos importante (lo bueno siempre se
queda para el final) Naly. Naly, huyendo de sus padres, su falta de cariño y
sus restricciones, va a parar a esta casa de torbellinos, donde encontrará no
solo la locura de convivir con tres chicos, sino todo aquello que anhelaba en
su familia. Esa falta de afecto paterno a veces le causará problemas pero se
dará cuenta de que cuatro carantoñas no significan que esa persona te quiera,
simplemente que quiere algo de ti. El proceso de madurez que sufre es muy
grande ya que el irse de casa es un paso muy grande que se nota en la evolución
del personaje.
A pesar de las casi 400 páginas que tiene el libro, es una
lectura súper amena, que se lee muy rápido, con algunos puntos muy divertidos.
Está narrado desde la perspectiva de los 4 protagonistas, aunque principalmente
por Naly y Hal, permitiéndonos conocer a nuestros protagonistas y como se van
sintiendo.
No sé si habrá segunda parte, aunque espero que no, porque es
un libro que, aún sin continuación está muy bien rematado, se sabe como acaba y
además es el final que yo quería jajaja.
Totalmente recomendado si quieres una lectura ágil y rápida
que aunque estés cansado, puedas leerla con facilidad.
No sabes lo que deseas hasta que lo obtienes, y no sabes lo
que tienes hasta que lo pierdes.
Quería descubrir el mundo… todo, entero. Y lo sentía
escondido bajo mis pies.
Historias de amor en las que se baila con la luz de la
nevera, se interrumpen bodas y el amor solo es un juego al que se puede jugar
bien o mal. Historias que
hablan de cómo mentirías si te preguntan si le amas, en las que deseas no haber
crecido nunca y en las que nunca querrás olvidar como brillabas aquella noche
bailando bajo la lluvia. En todas querrás ser recordado.
-Amigos- gritó Wade y Edward dio un salto espantado.
-Coño, ¡tú de dónde sales?- chilló Edward.
-De Narnia- dijo Wade y yo no pude contener la risa debido a
la reacción de Edward y a la locura de Wade borracho-. Hola, me llamo Napoleón,
encantado de conoceros amigos.
Lo primero que apareció en mis recuerdos fueron sus pecas,
las cuales jugaban a ser estrellas en el cielo de sus mejillas rosadas.
¿Sería eso lo que me gustaba? ¿Su aspecto puro? ¿O la manera
en la que brillaba todo su rostro cuando explicaba algo increíblemente
emocionante?
Me había enamorado de ella y no sabía cómo llevar esa
situación
-No soy perfecto, solo que tú eres un desastre y ya te crees
que yo soy don perfecto, por eso. Perdóname por no ser tan idiota como tú.
A veces el que parece tener menos interés en ti, es quien te
acaba ayudando cuando más lo necesitas.
A veces lo erróneo es lo que se siente correcto y, en otros
casos, es al revés.
No sabía qué hacer, mi mente estaba hecha un lío que divagaba
entre Naly y Adriana. ¿Tan difícil era escoger una? ¿Aclarar cuál me gustaba
más?
Siempre me había parecido fácil en piel ajena, sin embargo,
no lo era cuando eras tú quien llevaba la situación a cuestas.
-Te quiero.
Mi corazón viajó hasta mi garganta para luego desbocarse al
igual que un río cargado de agua. “Te quiero”. Dos palabras que cambiaron mi
mundo.
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